¡Hola! volvemos después de varias semanas de desconexión. Dentro de poco tendremos nueva imagen en el blog, le hemos dado un cambio de look para así sentirnos reflejados al 100% en él.
Y como todavía seguimos en verano (aunque estoy deseando que termine XD) vamos a adentrarnos en una preciosa casa de campo, de las que soy muy fan desde siempre, reconvertida. Antes fue un almacén de maquinaria y sus propietarios la diseñaron basándose en el estilo «slow life».
Es una casa de campo muy fresca que desprende calma y tranquilidad en cada rincón. El blanco y la madera son los protagonistas del interior, pero lo que a mi llamó la atención desde el primer momento fueron los grandes ventanales de estética industrial (ya sabéis que también soy una fan de este estilo).
Pero si algo tienen de especial las casas de campo son sus porches. Y he de decir que los de esta casa de campo son de los más bonitos que he visto. ¡Tiene que ser una gozada estar tumbada en la hamaca y escuchar de fondo como cae el agua de la fuente!
Aaayy… lo que daría yo por una semanita en esta casa para despedir el verano en condiciones… La casa es divina pero es que los exteriores quitan el sentido!
Precioso tour Ana! 🙂
¡Besos!
Estoy con Dori: sería fantástico huir del asfalto a esa casa para despedir este interminable verano. Es una casa cargada de soluciones y buenas ideas. Y los exteriores tan cuidados son toda una extensión de la misma.
Besos