Este precioso apartamento se encuentra en Estrasburgo, al este de Francia, en una zona del siglo XIX. A su propietaria, la estilista Katia Graeff, le gusta la luz natural por lo que el color blanco predomina en todo el piso y la vitalidad que transmite es aportada por una decoración muy colorida. Pero donde nos encontramos con una explosión de color es en la cocina; paredes multicolor, los utensilios de cocina también de colores, delantales, bolsas…Si te levantas de malhumor esta cocina hará cambiar tu estado de ánimo. ¡Me encanta!
La decoración de la casa es una mezcla de piezas vintage y objetos de diseño, un reflejo de la personalidad de Kati y su marido Julien ya que Kati le describe como «más de diseño» y ella es a la que le gusta ir a los mercadillos y luego restaurar los objetos que compra. La verdad es que han conseguido un piso con mucha personalidad.
Una de las cosas que más me gusta son las estantería llenas de libros y revistas y la mezcla de silla en el comedor (si queréis ver ejemplos de mix de sillas en el comedor aquí los tenéis)
¡Vamos a por los detalles!
La mesa es de Ikea pintada en blanco y las sillas son de Habitat, Eames, Moroso y compradas en el rastro así como algún objeto decorativo.
El calendario me encanta y es de Sebastian Bergne.
La mesa de centro es una bobina de hilo pintada en blanco por Katia. Otro detalles para apuntar es que la funda del sofá la van cambiando dependiendo del estado de ánimo.
¡Y aquí vamos con la cocina!
A los propietarios les encantan los zapatos y tenían que encontrar una solución para guardarlos…y este es el resultado. Estos zapateros de Ikea son perfectos para este aseo ya que no ocupan espacio.
Me encantan estas viviendas llenas de vida y color, creo que los colores de la cocina son demasiado fuertes (yo no lo haría así) pero el conjunto es perfecto y con mucha personalidad.
Hay detalles, como la cocina, que la mayoría no la tendría así pero como dices, queda bien con el conjunto y refleja la personalidad de sus propietarios que al final es lo que todos queremos en nuestras casas.